Factores Sociales y Psicosociales Asociados al Consumo de Drogas entre Escolares de Colegios Rurales de la RM de Chile
Soziale und psychosoziale Faktoren des Drogenkonsums unter Schülern aus dem ländlichen Raum der zentralen Region Chiles
©2004
Diplomarbeit
343 Seiten
Zusammenfassung
Inhaltsangabe:Introducción:
El consumo de drogas lícitas e ilícitas es un problema importante en muchos países puesto que acarrea una serie de consecuencias sobre la convivencia social, la seguridad y el bienestar de las personas. El consumo repercute así directamente sobre las bases sociales, culturales, político-administrativas y económicas de un país, constituyendo un potencial peligro para sus objetivos de desarrollo, crecimiento y su democracia. Por ejemplo, sólo el consumo de alcohol, principal problema de salud pública en Chile, genera al país una pérdida anual de 1.800 millones de dólares por la menor productividad, las muertes prematuras y el gasto médico social que ocasiona. Por ello, la intervención social o prevención y, antes que ella, la generación de información sobre la base de estudios científicos, al atender una problemática social de relevancia, constituye una actividad primordial permitiendo orientar las políticas preventivas y correctivas frente a la oferta y demanda de drogas.
En ese sentido, diversas investigaciones han corroborado que el consumo de drogas lícitas e ilícitas es un fenómeno presente en todos los estratos sociales y que no se diferencia mayormente según el sexo de las personas. Las evidencias recogidas arrojan como resultado una serie de tendencias hacia fines de la última década, tales como el aumento de la población consumidora, la incorporación de drogas nuevas, un creciente consumo juvenil, así como una iniciación cada vez más temprana en el consumo.
Diferentas han sido las perspectivas con las que se ha abordado el consumo de drogas a lo largo de las últimas cinco décadas, pero en el último tiempo, la mayoría han confluido a aceptar que el consumo de drogas es una problemática muy abierta en la que los múltiples factores, individuales psicológicos, sociales y culturales que intervienen no permiten, en general, efectuar una explicación de causalidad del fenómeno. Debido a esta complejidad, los estudios se han referido a poblaciones específicas, tales como grupo de trabajadores, escolares, universitarios, etc., o bien, han focalizado la mirada sobre una fase o modalidad particular de consumo, a saber, la iniciación, el consumo ocasional, el consumo habitual, abusivo, dependiente, la abstención al consumo y la reincidencia. De este modo, han logrado asociar, a determinadas conductas de consumo, algunos factores en particular, válidos para esas poblaciones o esas modalidades de consumo.
Asimismo, se puede […]
El consumo de drogas lícitas e ilícitas es un problema importante en muchos países puesto que acarrea una serie de consecuencias sobre la convivencia social, la seguridad y el bienestar de las personas. El consumo repercute así directamente sobre las bases sociales, culturales, político-administrativas y económicas de un país, constituyendo un potencial peligro para sus objetivos de desarrollo, crecimiento y su democracia. Por ejemplo, sólo el consumo de alcohol, principal problema de salud pública en Chile, genera al país una pérdida anual de 1.800 millones de dólares por la menor productividad, las muertes prematuras y el gasto médico social que ocasiona. Por ello, la intervención social o prevención y, antes que ella, la generación de información sobre la base de estudios científicos, al atender una problemática social de relevancia, constituye una actividad primordial permitiendo orientar las políticas preventivas y correctivas frente a la oferta y demanda de drogas.
En ese sentido, diversas investigaciones han corroborado que el consumo de drogas lícitas e ilícitas es un fenómeno presente en todos los estratos sociales y que no se diferencia mayormente según el sexo de las personas. Las evidencias recogidas arrojan como resultado una serie de tendencias hacia fines de la última década, tales como el aumento de la población consumidora, la incorporación de drogas nuevas, un creciente consumo juvenil, así como una iniciación cada vez más temprana en el consumo.
Diferentas han sido las perspectivas con las que se ha abordado el consumo de drogas a lo largo de las últimas cinco décadas, pero en el último tiempo, la mayoría han confluido a aceptar que el consumo de drogas es una problemática muy abierta en la que los múltiples factores, individuales psicológicos, sociales y culturales que intervienen no permiten, en general, efectuar una explicación de causalidad del fenómeno. Debido a esta complejidad, los estudios se han referido a poblaciones específicas, tales como grupo de trabajadores, escolares, universitarios, etc., o bien, han focalizado la mirada sobre una fase o modalidad particular de consumo, a saber, la iniciación, el consumo ocasional, el consumo habitual, abusivo, dependiente, la abstención al consumo y la reincidencia. De este modo, han logrado asociar, a determinadas conductas de consumo, algunos factores en particular, válidos para esas poblaciones o esas modalidades de consumo.
Asimismo, se puede […]
Leseprobe
Inhaltsverzeichnis
Johannes Vera von Bargen
Factores Sociales y Psicosociales Asociados al Consumo de Drogas entre Escolares de
Colegios Rurales de la RM de Chile
Soziale und psychosoziale Faktoren des Drogenkonsums unter Schülern aus dem
ländlichen Raum der zentralen Region Chiles
ISBN: 978-3-8428-0883-6
Herstellung: Diplomica® Verlag GmbH, Hamburg, 2011
Zugl. Universidad de Artes y Ciencias Sociales, ARCIS
Escuela de Sociología, Santiago de Chile, Chile, Diplomarbeit, 2004
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2
Agradecimientos
A mi hija Javiera, mi luz, mi sol. Es ella el ángel que más amo y amaré en mi
vida, no importando cuan distante se encuentre.
A mis padres, por su infinito apoyo y amor que me entregaran a lo largo de
toda mi vida. De la mano de ellos he conocido el sentido de responsabilidad, la
autodisciplina y la alegría por disfrutar de pequeñas cosas...
A Paloma, por su amor, paciencia y sabiduría. Por su convicción en nuestro
amor en libertad.
A mis amigos, por las vivencias compartidas, por las jornadas musicales y
por mostrarme otros mundos posibles.
Mis agradecimientos a mi Universidad por su espacio y las diversas
actividades que me permitió realizar. Palabras de gratitud se dirigen también a mis
docentes, por dar respuesta a mis preguntas y estimularme a formular tantas más.
Asimismo, agradezco a Ernesto Espíndola, por apoyar y orientarme
constantemente a pesar de su prolongada jornada en la CEPAL. También, por las
informaciones precisas y su estilo expedito de guiar la tesis.
No quisiera dejar de agradecer a René Donoso, Encargado del Programa de
Apoyo a la Transversalidad en la Educación del Ministerio de Educación. Junto con
patrocinar la investigación, su espíritu crítico estimuló a abordar la temática
desprendido de todo prejuicio.
Finalmente, mis agradecimientos se dirigen en forma especial a los
protagonistas de este estudio, me refiero a los y las escolares, que en forma
desinteresada respondieron el cuestionario permitiendo obtener la información que
requería.
3
Resumen:
La presente investigación corresponde a una tesis de grado que aborda la
problemática del consumo de drogas entre escolares de liceos ubicados en zonas
rurales de la Región Metropolitana de Chile. Tiene por objeto conocer y analizar los
factores sociales y psicosociales asociados a las conductas de consumo de
diferentes sustancias, empleando técnicas de investigación cuantitativas y
rigurosos procedimientos estadísticos.
En los primeros dos capítulos se introduce al lector al tema aportando
antecedentes de estudios internacionales y nacionales, que dan cuenta de su
profundidad y complejidad. Luego, se describe la situación de consumo de drogas
a nivel juvenil y escolar, entregando, además, un breve perfil socioeconómico del
sector rural acotado a la región metropolitana.
En el tercer, cuarto y quinto capítulo, se define el problema de la
investigación, se formulan los objetivos y se expresan argumentos que apoyan la
relevancia sociológica del estudio.
Con el propósito de orientar la construcción del marco teórico, se abre un
capítulo con antecedentes teóricos sobre el mundo juvenil, la realidad de la
juventud rural y los enfoques teóricos que sirven de base para el análisis del
consumo de drogas. Se da cuenta de una serie de teorías, tales como la teoría de
aprendizaje social (Bandura), la teoría de estilos de vida y factores de riesgo que lo
condicionan y la teoría de la conducta problema y de riesgo (Jessor). Como en la
actualidad dichas teorías evolucionaron, en la construcción del marco teórico de la
investigación (séptimo capítulo) se integran teorías más integrales como
comprensivas del modelo psicosocial y sociocultural. En forma especial, se
4
rescatan los postulados teóricos de Becoña, para construir, junto a algunos aportes
propios, un modelo comprensivo y secuencial de las fases de consumo de drogas.
En un esquema simplificado, se exponen las variables dependientes o de consumo
y las distintas variables independientes, constituidas por la percepción de los
escolares sobre aspectos familiares, escolares, grupales y socioculturales. El
capítulo finaliza con la formulación de las hipótesis derivadas del marco teórico.
En el octavo capítulo se especifica el diseño de la investigación (ex-post,
descriptivo-correlacional), el universo y el diseño muestral (M.A.S. con afijación
proporcional), para proseguir con la definición nominal, real y operacional de las
variables dependientes e independientes.
En el noveno, décimo y décimo primer capítulo, se entregan y analizan los
resultados que aporta la investigación. El principal antecedente nuevo se refiere a
las tasas de consumo, datos desconocidos para escolares de zonas rurales. Aun
cuando las prevalencias año de consumo de tabaco, alcohol, tranquilizantes,
marihuana y cocaína reflejan una elevada extensión de la problemática, a
excepción del tabaco, las tasas de consumo en zonas rurales son todas
significativamente menores que aquellas entregadas por organismos
gubernamentales para la región en su conjunto. En la caracterización de los
escolares consumidores destaca que, a excepción del consumo de tabaco, el
consumo habitual tiende a presentarse más entre los hombres que en las mujeres.
Asimismo, se observa que el consumo de sustancias tiende a ser menor en
escolares pertenecientes a familias nucleares biparentales y mayor entre quienes
viven con sólo uno de sus padres o sin ellos. En el análisis de los factores de
riesgo asociados al consumo experimental, ocasional y habitual de alcohol,
marihuana y cocaína, respectivamente, se observa, que en cada secuencia de
5
consumo y para cada sustancia, varía la combinación de factores de riesgo
asociados, situación que corrobora la complejidad de la problemática. En un
examen a la tesis de escalada de drogas se concluye, que sólo una proporción
menor de escolares presenta una conducta de consumo encaminada a una espiral
de consumo, además de que ésta no adopta una modalidad única.
En el décimosegundo capítulo, se formulan las principales conclusiones
derivadas de la investigación. Se destaca la pertinencia de la nomenclatura
utilizada, que permitió distinguir entre fases o secuencias de consumo. Así, las
fases de consumo experimental, ocasional y habitual, constituyen indicadores
indirectos de dependencia a las sustancias, a la vez que categorías menos
gruesas que las que redundan en las prevalencias (vida, año o mes). Otras
conclusiones se elaboran considerando el condicionamiento sociocultural que
opera sobre las conductas de consumo de hombres y mujeres y los factores de
riesgo asociado al consumo de drogas, que por su extensión y complejidad
dificultan su síntesis. Las conclusiones finales se refieren a la incidencia de
variables macrosociales, especialmente los mecanismos de integración del sistema
escolar y las limitadas posibilidades de movilidad social ascendente. Con ello, se
subraya la importancia de la pobreza en las zonas rurales que, en tanto factor
estructural, condiciona en distintos modos e incluso en forma cotidiana, las
posibilidades y perspectivas de vida de los escolares, teniendo un impacto
indirecto sobre el consumo de drogas. En los últimos apartados se expresan las
principales recomendaciones con el objeto de orientar la formulación de políticas
públicas, esperando contribuir a la disminución de los niveles de consumo de
drogas entre los escolares de sectores rurales.
6
C a p í t u l o
Página
1.
Introducción...
10
2.
Antecedentes...
13
2.1
Antecedentes con Relación al Consumo de Drogas en Chile..
13
2.2
Aspectos Analíticos con Relación al Consumo de Drogas
entre Jóvenes...
15
2.3
Breve Perfil del Sector Rural de Chile...
20
3.
Planteamiento del Problema...
26
4.
Objetivos del Estudio...
28
4.1
Objetivos Teóricos del Estudio...
28
4.2
Objetivos Metodológicos del Estudio...
29
4.3
Objetivos Prácticos del Estudio...
30
5.
Relevancia Sociológica del Estudio...
31
6.
Antecedentes Teóricos...
34
6.1
Consideraciones Sobre Juventud Rural...
34
6.1.1
Concepciones sobre Juventud...
34
6.1.2
Discursos sobre Juventud...
38
6.1.3
Para una Aproximación a la Juventud Rural...
41
6.2
Teorías y Perspectivas de Análisis del Consumo de Drogas
entre Jóvenes...
50
6.2.1
Modelo Etico-Legal...
51
6.2.2
Modelo Médico...
53
6.2.3
Modelo Psicosocial...
55
6.2.4
Modelo Sociocultural...
56
7.
Marco Teórico...
59
7.1
Enfoque de Análisis de los Factores Protectores y de
Riesgo...
59
7.2
Los Modelos Psicosocial y Sociocultural Expresados en el
Esquema de Análisis de los Factores Protectores y de
Riesgo...
63
7.2.1
Factores Protectores y de Riesgo Asociados al Consumo de
67
7
Drogas entre Jóvenes...
7.3
Marco Teórico de Referencia; Integración de los Modelos...
59
7.3.1
Factores Psicosociales Asociados al Consumo de Drogas
Entre Jóvenes...
70
7.3.2
Factores Socioculturales Asociados al Consumo de Drogas
Entre Jóvenes...
77
7.3.3
Esquematización del Marco Teórico de Referencia...
81
7.4
Conceptualización...
84
7.4.1
Precisiones Teóricas del Consumo de Drogas entre
Jóvenes...
88
7.4.2
Factores Asociados al Consumo de Drogas...
92
7.5
Hipótesis del Estudio...
95
8.
Marco Metodológico ...
97
8.1
Diseño de la Investigación...
97
8.2
Universo y Diseño Muestral...
97
8.2.1
Cálculo de la Muestra...
98
8.2.2
Universo y Tamaño de los Estratos... 100
8.2.3
Distribución de la Muestra... 101
8.3
Definición de las Variables... 103
8.3.1
Definición Nominal, Real y Operacional de las Variables
relativas al Consumo de Drogas... 103
8.3.2
Definición Nominal, Real y Operacional de las Variables
Asociadas al Consumo de Drogas...
112
8.3.3.1 Definición Nominal, Real y Operacional de las Variables
Independientes Demográficas...
133
8.3.3.2 Definición Nominal, Real y Operacional de las Variables
Independientes Socioeconómicas...
136
9.
Resultados Generales sobre el Consumo de Drogas...
140
9.1
Características Generales de la Muestra...
140
9.2
El Consumo de Drogas... 157
9.2.1
El Consumo de Drogas: Tasas de Prevalencias y Tipos de
Consumo...
157
8
9.2.2
Caracterización General de los Consumidores... 170
9.2.2.1 Caracterización de los Consumidores Actuales de Tabaco... 171
9.2.2.2 Caracterización de los Consumidores Actuales de Alcohol... 177
9.2.2.3 Caracterización de los Consumidores Actuales de
Tranquilizantes...
183
9.2.2.4 Caracterización de los Consumidores Actuales de
Marihuana...
188
9.2.2.5 Caracterización de los Consumidores Actuales de Cocaína... 194
10.
Factores Asociados al Consumo de Drogas...
200
10.1
Verificación de la Teoría...
200
10.2
Análisis de los Factores de Riesgo Asociados al Consumo de
Drogas: Precisiones Metodológicas...
203
10.2.1
Factores de Riesgo Asociados al Consumo de Alcohol... 206
10.2.2
Factores de Riesgo Asociados al Consumo de Marihuana... 213
10.2.3
Factores de Riesgo Asociados al Consumo de Cocaína...
221
11.
Consideraciones sobre el Consumo Secuencial,
Condicional y Combinado de Drogas...
233
12.
Conclusiones y Recomendaciones...
258
12.1
Conclusiones... 258
12.1.1
Prevalencias de Consumo de Drogas en Zonas Rurales... 259
12.1.2
Secuencias o Fases de Consumo según Sexo...
262
12.1.3
Conclusiones en relación a la Nomenclatura utilizada para
referirse al Consumo de Drogas...
265
12.1.4
Factores de Riesgo Asociados a las Secuencias de Consumo 269
12.1.4.1 Factores de riesgo Asociados a las Secuencias de Consumo
de Alcohol...
270
12.1.4.2 Factores de riesgo Asociados a las Secuencias de Consumo
de Marihuana...
273
12.1.4.3 Factores de riesgo Asociados a las Secuencias de Consumo
de Cocaína...
275
12.1.5
Conclusiones y Reflexiones sobre la Tesis de Escalada... 279
12.1.6
Conclusiones Generales sobre el Consumo de Drogas entre
282
9
Escolares de Liceos Municipales de Zonas Rurales de la
Región Metropolitana...
12.2
Síntesis y Recomendaciones... 288
13.
Bibliografía...
295
14.
Anexos... 302
A.
Listado de Drogas... 302
B.
Aspectos Relevantes Relativos al Cuestionario y Pre-test... 303
C.
Antecedentes sobre el Trabajo de Campo... 306
D.
Antecedentes sobre el Procesamiento de la Información... 308
E.
Estadísticos Utilizados... 311
F.
Cuadros Estadísticos... 316
G
Datos relevantes de los Liceos del los escolares encuestados
y las Comunas...
325
H.
Conceptos Relacionados con el Consumo de Drogas... 327
I.
El Cuestionario... 330
10
1. Introducción
El consumo de drogas lícitas e ilícitas es un problema importante en muchos
países puesto que acarrea una serie de consecuencias sobre la convivencia social,
la seguridad y el bienestar de las personas. El consumo repercute así directamente
sobre las bases sociales, culturales, político-administrativas y económicas de un
país, constituyendo un "potencial peligro para sus
objetivos de desarrollo,
crecimiento y su democracia".
1
Por ejemplo, sólo el consumo de alcohol, principal
problema de salud pública en Chile, genera al país una pérdida anual de 1.800
millones de dólares por la menor productividad, las muertes prematuras y el gasto
médico social que ocasiona. Por ello, la intervención social o prevención y, antes
que ella, la generación de información sobre la base de estudios científicos, al
atender una problemática social de relevancia, constituye una actividad primordial
permitiendo orientar las políticas preventivas y correctivas frente a la oferta y
demanda de drogas.
En ese sentido, diversas investigaciones han corroborado que el consumo
de drogas lícitas e ilícitas es un fenómeno presente en todos los estratos sociales y
que no se diferencia mayormente según el sexo de las personas. Las evidencias
recogidas arrojan como resultado una serie de tendencias hacia fines de la última
década, tales como el aumento de la población consumidora, la incorporación de
drogas nuevas, un creciente consumo juvenil, así como una iniciación cada vez
más temprana en el consumo.
1
PNUD: Alcohol y drogas, Archivador temático, Fundación Nacional para la Superación de la Pobreza,
Programa Generación de Redes para la Superación de la Pobreza, Santiago 2000, p. 32.
11
Diferentas han sido las perspectivas con las que se ha abordado el consumo
de drogas a lo largo de las últimas cinco décadas, pero en el último tiempo, la
mayoría han confluido a aceptar que el consumo de drogas es una problemática
muy abierta en la que los múltiples factores, individuales psicológicos, sociales y
culturales que intervienen no permiten, en general, efectuar una explicación de
causalidad del fenómeno. Debido a esta complejidad, los estudios se han referido
a poblaciones específicas, tales como grupo de trabajadores, escolares,
universitarios, etc., o bien, han focalizado la mirada sobre una fase o modalidad
particular de consumo, a saber, la iniciación, el consumo ocasional, el consumo
habitual, abusivo, dependiente, la abstención al consumo y la reincidencia. De este
modo, han logrado asociar, a determinadas conductas de consumo, algunos
factores en particular, válidos para esas poblaciones o esas modalidades de
consumo.
Asimismo, se puede apreciar, que muchos estudios indagan en el consumo
de drogas en los estratos socioeconómicos bajos, buscando comprender el
consumo como una conducta asociada a - sino acaso determinada por - factores
estructurales como la pobreza, la escasa escolaridad, la falta de oportunidades que
favorezcan el asenso social, etc., que los constituyen en grupos socialmente más
vulnerables frente al consumo de drogas. Por ello, el consumo de drogas es
comprendido usualmente como una práctica evasiva frente al entorno social pues
refleja, en general, sentimientos de frustración respecto de la imposibilidad de
superar esas carencias y limitaciones.
En atención a los múltiples factores intervinientes, la presente investigación
privilegia una mirada comprehensiva sobre la problemática del consumo de drogas
en una población específica, que ha manifestado un aumento significativo en el
12
consumo, nos referimos a la población juvenil en su etapa adolescente. Se
explorará en la situación del consumo en escolares entre 8º año básico y 4º año
medio en una entorno estructural altamente vulnerable como lo es el medio rural y
en establecimientos educacionales con bajos recursos como es el caso de los
liceos rurales de dependencia administrativa y económica municipal.
13
2. Antecedentes
2.1 Antecedentes Con Relación Al Consumo De Drogas En Chile
El consumo de drogas en Chile ha aumentado en la última década, siendo el
alcohol lejos la droga más consumida, lo que es plenamente congruente con el
hecho de que Chile "posee la cuarta tasa de consumo de alcohol en el mundo, la
segunda mortalidad por cirrosis y (que) el 25% de las muertes ocurridas en el país
están asociadas al consumo de alcohol"
2
. De acuerdo a los últimos estudios, la
tasa de consumo de alcohol, según la prevalencia de último mes para la población
general entre 12 y 64 años, aumentó de 39,9% en el año 1994 a 59,1% en el 2002.
En cambio, la prevalencia mes de consumo de alcohol en el grupo de edad entre
12 y 18 años aumentó en el mismo período de 24% a 35%
3
. La tendencia de
consumo de marihuana, segunda droga más consumida después del alcohol,
evoluciona según la prevalencia en el último año entre menores de 12 a 18 años
de 5,9% en 1994 a 6,6% en 2002
4
. Cifras más alarmantes señalan que el 50% de
los jóvenes entre 15 y 24 años del Gran Santiago "tienen algún grado de
exposición a las drogas, presentándose la mayor exposición en el rango de 15 a 19
años
5
. Además, la droga habría penetrado en el 28,4% de los hogares de esos
jóvenes siendo en total vulnerables al consumo el 19,2% de los jóvenes y
propensos el 9%
6
.
2
PNUD: Alcohol y drogas, Archivador temático, Fundación Nacional para la Superación de la Pobreza,
Programa Generación de Redes para la Superación de la Pobreza, Santiago 2000, p. 4.
3
CONACE: Quinto Estudio Nacional de Drogas en la Población General de Chile, Informe Ejecutivo,
Santiago, abril de 2003, p. 21.
4
CONACE, Op.Cit. p. 15.
5
CONACE: Encuesta Jóvenes 2001 Gran Santiago, Gobierno de Chile, Santiago, 2002, p.3.
6
Op. Cit. p.5. Vulnerabilidad al consumo de drogas se refiere a aquella parte de la población que no ha
consumido en el último año pero que declara que en su entorno cercano se consume y que además les han
ofrecido drogas en el último año. Propensión al consumo se refiere a aquella parte de la población que, no
habiendo consumido en el último año, no percibe riesgo en el uso de drogas ilícitas y que además declara que
puede conseguirla con facilidad.
14
En el ámbito escolar, el consumo de drogas también ha aumentado de
manera sostenida. Tal como admite el Consejo Nacional de Control de
Estupefacientes, en adelante
CONACE, "se observa que disminuye la edad de
inicio del consumo, aumenta el acceso a las diferentes drogas y entre los y las
jóvenes disminuye la percepción de riesgo del consumo de alcohol y marihuana"
7
.
En efecto, el alcohol es consumido en el último mes por dos quintas partes de la
población escolar entre octavo año básico y cuarto año medio, aunque más por los
colegios particulares pagados (50%) que por los colegios municipalizados (34%).
Las declaraciones de consumo de cualquier droga son, en cambio, similares entre
los distintos tipos de establecimientos, bordeando la prevalencia del último año el
15%.
8
En tanto, el consumo de marihuana según prevalencia último año se sitúa
en esta población en 14,8%. Además, mientras que la percepción del riesgo que
tienen los escolares frente al consumo habitual de marihuana es baja (53%), la
declaración de accesibilidad a esta sustancia es alta (44%). Como la percepción de
riesgo (barrera subjetiva) y la facilidad de acceso (barrera objetiva) están
fuertemente asociadas al uso de drogas, el organismo ha enfatizado en la
prevención del consumo de drogas. En el ámbito escolar, en tanto espacio
accesible para implementar programas de preventivos de manera masificada, la
prevención tiene como objetivo formar a los jóvenes de manera integral, con estilos
de vida saludables, anticipándose a la aparición de problemas para que aprendan
a enfrentar los riesgos del medio donde se desenvuelven sin ser influenciados por
ellos.
7
CONACE; Programa Interdisciplinario de Investigaciones en Educación (PIIE): Manual del Codocente,
Prevención del Consumo de Drogas, Gobierno de Chile, Santiago, Chile, 2002, p. 11.
8
CONACE: Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar de Chile, 2001, De Octavo Año Básico a
Cuarto Año Medio, Santiago, abril de 2002, p.3.
15
En el ámbito rural, los únicos datos "duros" disponi
bles los proporciona el
Instituto Nacional de la Juventud, que en su Tercera encuesta recogió la
declaración de haber consumido drogas alguna vez en la vida, lo que sin embargo
no permite distinguir entre la prevalencia último año o prevalencia último mes. Al
respecto, el 89,7% de los jóvenes rurales entre 15 y 29 años de edad declaran
haber consumido alcohol alguna vez en su vida, porcentaje que para tabaco,
marihuana, tranquilizantes, cocaína, estimulantes y pasta base alcanza el 82,7%,
10,2%, 5,8%, 2,0%, 1,0% y 0,7%, respectivamente
9
. Mientras que el consumo de
alcohol y tabaco es similar entre de ambos sectores, el resto de las drogas antes
señaladas es significativamente menor en la población rural (entre dos y cinco
veces menor), hechos que orientarán primariamente nuestras hipótesis.
2.2 Aspectos Analíticos con Relación al Consumo de Drogas Entre Jóvenes
Es interesante observar, que el problema del consumo de drogas es
construido en el ámbito público, con la consecuencia visible de una estigmatización
social negativa de los jóvenes y la estereotipación de la droga y de los
consumidores. Esta mirada simplista y amedrentadora sobre la droga y el
consumidor proviene principalmente del enfoque policial y de salud pública,
aunque los medios de comunicación también tienen gran responsabilidad en tanto
constructores o líderes de opinión. Con todo, las visiones alarmistas impiden
"apreciar este fenómeno como una señal o un síntoma de una problemática mucho
9
Instituto Nacional de la Juventud: Jóvenes de los 90: el rostro de los nuevos ciudadanos. Segunda Encuesta
Nacional de Juventud, INJUV, Chile, Santiago, septiembre de 1999, p.45.
16
más compleja y profunda"
10
eximiendo al resto de la sociedad no consumidora de
su responsabilidad y compromiso.
Las aproximaciones más comprehensivas en torno al tema asumen en
cambio, que los jóvenes constituyen un grupo altamente vulnerable, pues, a
diferencia de los adultos, se encuentran aún en su etapa formativa buscando
definir su propia identidad. Las aproximaciones empáticas también recalcan el
hecho que los jóvenes no son constructores de su espacio social puesto que las
políticas juveniles son diseñadas más bien por el aparato estatal que por ellos
mismos. Las conductas "desviadas", sería el caso del consumo de drogas, son
vistas como conductas de rechazo al sistema en que ellos no se reconocen y en
que no se constituyen en protagonistas de su propio desarrollo. En ese sentido se
señala que "los jóvenes populares pobres son (principalmente) anómicos"
11
. Por
esta razón, los espacios de socialización constituyen una instancia a considerar,
puesto que influencian de manera fundamental el desarrollo de todo adolescente y
pueden actuar como canalizador o catalizador de sus problemas e inquietudes. Los
tres espacios básicos que juegan un rol gravitante en la formación de toda persona
durante esta etapa de su vida son la familia (y en ella especialmente los padres), el
colegio y el grupo de pares. Por lo demás, una serie de investigaciones han
confirmado, que elementos negativos en estos espacios, como la presencia de
consumidores, una valoración positiva o indiferente frente a las drogas o a su
consumo, poca atención afectiva y espiritual, etc., pueden aumentar la propensión
de los adolescentes hacia el consumo de drogas limitando ostensiblemente su
pleno desarrollo. Padres involucrados en la educación de sus hijos generan que
10
PNUD, op. cit. p.18.
11
Vicaría de Pastoral Social: Jóvenes de los ´90, Arzobispado de Santiago, Santiago, diciembre de 1996, p.76.
17
éstos presenten un consumo de alcohol en el último mes casi tres veces menor
que aquellos cuyos progenitores no se involucran en su educación, lo que en el
caso del consumo de marihuana se eleva a una proporción positiva de uno a diez.
En cambio, cuando un integrante en la familia también consume, la prevalencia por
el último mes para marihuana aumenta en cuatro veces entre esos jóvenes
12
.
Otros estudios
13
resaltan que un padre ausente o en extremo castigador, una
madre sobreprotectora, indulgente o ambivalente, además de permisividad y poca
convencionalidad con las normas familiares y graves problemas de comunicación
interna, constituirían las dinámicas familiares generadoras del consumo de
marihuana. Observando la interacción entre conducta adictiva y disfunción familiar,
Steinglass señala que las conductas relacionadas con el uso del alcohol se
convierten en principio organizador central del sistema familiar, mientras que
Anderson y Goolishian advierten de la existencia de un sistema perpetuador del
problema de consumo en el cual participan además de la familia los amigos,
profesores, etc., en tanto miembros que influencian la salud mental del individuo
fármacodependiente manteniéndolo en el consumo
14
. En suma, la familia, los
amigos y los demás actores del entorno inmediato en que se desenvuelve un joven
pueden aumentar su vulnerabilidad frente al consumo de drogas cuando en ellos
se encuentran elementos negativos o de riesgo.
Un segundo tipo de vulnerabilidad frente al consumo de drogas se refiere al
entorno macrosocial en que se desenvuelve la vida de los jóvenes y se refiere,
12
CONACE: Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar de Chile, 2001, De Octavo Año Básico a
Cuarto Año Medio, Santiago, abril de 2002, pp. 9 y 16.
13
Alfaro, J.; Silva, C.: Consumo de marihuana en la juventud popular, en Asun, S. (comp.): Drogas, juventud
y exclusión social", Universidad Diego Portales, Santiago, 1991, p. 31. Los autores se refieren a estudios
realizados por Stanton en 1980 en Estados Unidos, Bulacio en 1983 en Argentina y Didier en 1982 en Chile.
14
Steinglass, M.D. y cols.: La Familia alcohólica, Ed. Gedisa, 1989, en: Florenzano U., Ramón; Pérez V.
Verónica; Carrasco B. Eduardo: Alcoholismo y Farmacodependencias juveniles en Chile, Corporación de
Promoción Universitaria, Santiago, 1999, p.189.
18
como se ha señalado más arriba, a las limitaciones estructurales tales como una
alta tasa de pobreza económica, la falta de oportunidades educacionales y
laborales y bajos niveles educacionales. Estas limitaciones, en conjunto con otros
aspectos que denotan un alto grado de exclusión social, tales como una alta
cesantía, un ambiente violento de pandillas, la presencia de violencia intrafamiliar,
delincuencia, etc., constituyen, de hecho, un clima favorable al consumo. Este
segundo tipo de vulnerabilidad, relacionado estrechamente con la pobreza, es
frecuentemente observado en las zonas de la periferia urbana. En lo que respecta
la situación rural, es común reparar en su rezago socioeconómico y cultural frente
a las zonas urbanas a partir de los datos censales y aquellos que arroja la
encuesta CASEN. Las comparaciones se efectúan por medio de los indicadores
más recurrentes de la pobreza, como el ingreso, la tasa de indigencia, línea de
pobreza, tasa de analfabetismo, índice de dependencia, etc
15
. Pero escasas
investigaciones establecen una relación entre las carencias y limitaciones de los
sectores rurales con problemáticas emergentes como el consumo de drogas. En
una aproximación cualitativa, un estudio del MIDEPLAN aborda parcialmente el
tema pero sin ahondar en la problemática del consumo en particular
16
. Frente a
esta falta de evidencia respecto de las zonas rurales, se hace interesante
investigar a través del presente estudio la situación de consumo de drogas en un
ambiente específicamente rural, es decir, en una zona atravesada por
problemáticas sociales que constituyen ese segundo orden de vulnerabilidad.
15
Para un análisis exhaustivo ver: MIDEPLAN: Situación del Sector Rural de Chile 2000, Gobierno de Chile,
Santiago, 2001.
16
Instituto Nacional de la Juventud: Juventud Rural: Regiones del Libertador, del Maule y del Bio-Bio,
MIDEPLAN, Santiago, 1998.
19
En lo que respecta específicamente el sistema educativo, no obstante los
esfuerzos y avances en su desarrollo a lo largo de la última década, subsisten
claras diferencias cuantitativas y cualitativas entre establecimientos educacionales
de zonas rurales y aquellos de zonas urbanas
17
. Estas diferencias, se refieren a las
mayores tasas de repitencia, menores niveles de escolaridad, menor capacidad de
lectura y comprensión, recursos disminuidos, etc. que presentan los
establecimientos rurales y reflejan las limitaciones estructurales en que se
desenvuelven los jóvenes escolares de zonas rurales. Por lo demás, en una
exploración preliminar realizada por el autor respecto de los liceos municipales
rurales ubicados en la Región Metropolitana, se constató que más del 50% de ellos
corresponden a liceos de alta vulnerabilidad y el resto se encuentra en los
cuadrantes fronterizos y, por lo tanto, próximos a esta condición
18
. Aunque el
Ministerio de Educación se encuentra implementando una serie de programas
focalizados y compensativos de esta situación
19
, es un hecho, que no todas las
redes institucionales logran llegar a las áreas más necesitadas.
De hecho, las instancias municipales del CONACE, las oficinas PREVIENE,
se encuentran presentes sólo en los principales municipios y, en el caso de la
Región Metropolitana, sólo en 36 comunas con una población mayoritariamente
17
Universidad de la Frontera: Investigación Liceos rurales: Recomendaciones, Temuco, Chile, octubre de
2002 y Briones, Guillermo: La Desigualdad Educativa en las áreas rurales de Chile, Programa
Interdisciplinario de Investigaciones en Educación (PIIE), Santiago, mayo de 1985.
18
Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile: Estratificación de Liceos del País,
Santiago, Enero de 2000. En el estudio se generan dos índices, uno relativo a los resultados alcanzados en el
SIMCE y los niveles de repitencia del liceo y otro que incluye el nivel de educación de los padres del escolar
(como predictor del nivel de ingreso), los ingresos del hogar y la vulnerabilidad social según la JUNAEB.
Ambos índices, de categorías estandarizadas, son cruzados en un espacio de propiedades generando 16
cuadrantes o situaciones que pueden caracterizar a un liceo. Los tres cuadrantes de un extremo negativo del
espacio de propiedades constituyen los establecimientos más vulnerables, conformando la población objetivo
para focalizar los recursos y el apoyo del MINEDUC.
19
JUNAEB, MECE, Programa Liceo para todos, entre otros.
20
urbana. Y la omisión de distinguir en sus diagnósticos entre establecimiento rural y
urbano constituye otro elemento expresivo de esta falencia.
En síntesis, todas estas características dan cuenta de algunas de las
diversas problemáticas a que están expuestos los escolares de establecimientos
de zonas rurales. Por ende, estos factores configuran el marco en que se
desarrolla su vida y pueden limitar su pleno desarrollo como también transformarse
en factores de riesgo hacia el consumo de drogas. La falta de antecedentes
específicos relacionada con el consumo de drogas en la población escolar en
zonas rurales constituye otro síntoma de las carencias y estamos conscientes de la
necesidad de recopilarla a lo largo de nuestra investigación, ya sea accediendo a
fuentes secundarias o bien en nuestras visitas a terreno.
2.3 Breve Perfil del Sector Rural de Chile
De acuerdo al Censo 2002, a lo largo del país viven 2.026.322 personas en
áreas geográficas rurales, cifra que equivale al 13,4%. A nivel metropolitano, la
población rural asciende a 186.172 personas, correspondientes a 3,1 %. De la
población rural metropolitana, 45.171 (24,3%) son jóvenes entre 15 y 29 años. Las
personas entre 0 y 19 años de la zona rural metropolitana suman 64.478 (34,6%).
En edad escolar debiendo cursar entre octavo año básico y cuarto año de
enseñanza media rural (en correspondencia a los niveles educacionales en
estudio), se encuentra la población entre 13 y 19 años de edad, que suma a
24.285 jóvenes, con similar distribución por sexo.
21
Con relación a la pobreza, a nivel nacional, el 23,8% de la población rural se
encuentra bajo la línea de pobreza y un 8,3% en estado de indigencia, cifras que
para la población urbana son significativamente menores, alcanzando un 20,1% y
un 5,2%
20
, respectivamente. En el caso de la Región Metropolitana, cabe destacar
que la situación se invierte, siendo la pobreza urbana mayor que la rural. Mientras
que en las zonas urbanas la pobreza e indigencia alcanzan el 16,2% y 4,3%, en las
zonas metropolitanas rurales sólo llegan al 13,2% y 3,4%, respectivamente.
Asimismo, la intensidad de la pobreza metropolitana, medida a partir de las
brechas promedio de pobreza e indigencia
21
con respecto a las líneas de pobreza
e indigencia, son menores que a nivel de país y menor en la zona metropolitana
rural (LP=3,9% y LI=1,1%) que en la zona urbana (LP=5,5% y LI=1,5). También
destaca el hecho que la desocupación entre la población joven en zonas rurales es
mayor que la desocupación total de esas zonas, aspecto que se acentúa aún más
entre las mujeres
22
. El siguiente cuadro resume estas cifras:
20
MIDEPLAN: Situación del Sector Rural de Chile 2000, Documento Nº 7, Santiago, enero de 2002, p. 15.
21
"La brecha promedio de pobreza se interpreta como el déficit de ingreso total de los pobres en relación al
total de la población y equivale a la brecha absoluta de ingreso de los pobres multiplicada por la incidencia de
la pobreza. En otras palabras, la brecha promedio de pobreza, FGT(1), representa el déficit de ingreso del total
de los pobres o indigentes con respecto a la línea de pobreza e indigencia. Así, un aumento en este indicador
implica un mayor rezago de los ingresos promedio de los pobres con respecto a la línea de pobreza." Op. Cit.,
p16.
22
Op. Cit. p. 20.
22
Cuadro Nº 1
Algunos indicadores relativos a la pobreza según zona geográfica
Indicadores
País
Región Metropolitana
Urbana
Rural
Urbana
Rural
Población Pobre %
20,1
23,8
16,2
13,2
Población Indigente %
5,2
8,3
4,3
3,4
Brecha de pobreza
6,9
8,2
5,5
3,9
Brecha de indigencia
1,9
2,9
1,5
1,1
Ingreso en miles de $
539,7
276,9
627,2
403,3
Total Desocupados %
10,6
7,4
s/d
s/d
Desocupados
hombres 15 a 29 años
16,4
11,0
s/d
s/d
Desocupados mujeres
15 a 29 años
19,1
16,6
s/d
s/d
Fuente: CASEN 2000.
Atendiendo la estructura productiva, la principal rama económica de las
zonas rurales está constituida por la agricultura concentrando el 64,5%. El ingreso
promedio de los ocupados en la agricultura asciende a $ 130.600 mensuales y es
el menor promedio entre todas las ramas. Otras actividades de importancia en las
zonas rurales corresponden al área de servicios comunales y sociales (11,7%),
comercio (8,0%) e industria (6,3%). Los mayores grupos ocupacionales del sector
rural lo componen los trabajadores no calificados (37,7%) siguiéndole el grupo de
trabajadores agropecuarios y pesqueros calificados (31,4%) y los operarios y
artesanos en máquina (7,0%). Las principales categorías ocupacionales la
componen los empleados y obreros del sector privado (56,7%) y los trabajadores
por cuenta propia (28,8%).
23
En el plano educativo, en que también se refleja la pobreza de los sectores
rurales, destaca su menor escolaridad. En términos generales, la población rural
permanece casi cuatro años menos en el sistema educativo que la población
23
Op. cit., pp. 34 - 39.
23
urbana. Expresado en cifras, el nivel de escolaridad alcanza los 6,7 años en zonas
rurales y 10,3 años en zonas urbanas. Asimismo, la cobertura escolar es parcial y
menor en zonas rurales que en zonas urbanas. Mientras que la cobertura de
enseñanza media en zonas rurales aumenta a nivel de país de un 50,2% a un
76,8% entre 1990 y 2000, la cobertura en zonas urbanas aumenta de un 86,5% a
un 92%, en el mismo período
24
. Analizada la situación por quintil de ingreso
autónomo per cápita del hogar, la cobertura de enseñanza media aumenta en el
quintil más pobre (I) de un 73,3% en 1990 a un 82,3% en el 2000
25
. El siguiente
cuadro expone estos y otros datos:
Cuadro Nº 2
Principales indicadores educacionales por zona geográfica
Indicadores
Zonas País
Urbana
Rural
Años de Escolaridad
10,3
6,7
Tasa de Analfabetismo %
2,6
12,2
Cobertura Educación Parvularia %
34,8
17,2
Cobertura Educación Básica %
99,0
96,7
Cobertura Educación Media %
92,0
76,8
Fuente: CASEN 2000.
Como contrapartida a la cobertura educacional, cabe concentrarse en la
deserción escolar. Esta sería mayor en zonas rurales que en zonas urbanas
porque en "contextos rurales o de aguda pobreza el entorno (juvenil que debe
trabajar) se desplaza hacia abaj
o e incluye el grupo entre 10 y 14 años"
26
. Los
jóvenes entre 15 y 29 años que habitan en zonas rurales y trabajan alcanzan el
32,2%, pero muy pocos de ellos logran complementar el estudio con lo laboral. Por
24
MIDEPLAN: Situación de la Educación en Chile 2000, Informe Ejecutivo, MIDEPLAN, Santiago, julio de
2001, p.5.
25
Op. cit., p. 7.
26
Rodríguez Vignoli, Jorge: Vulnerabilidad y Grupos Vulnerables: Un Marco de Referencia Conceptual
Mirando a los Jóvenes, CEPAL, Serie Población y Desarrollo Nº 17, Santiago, agosto de 2001, p.11.
24
ello, la inactividad de los jóvenes rurales suele ser mayor. El siguiente
cuadro
27
ilustra este problema de manera aproximada:
Cuadro Nº 3
Situación con relación al estudio y al trabajo según localización
Zona Sólo estudia Sólo trabaja No estudia ni trabaja Estudia y Trabaja
Urbano
37,1%
31,2%
24,3%
7,3%
Rural
23,0%
32,2%
42,0%
2,7%
Fuente: INJUV.
Como se ha podido apreciar, a diferencia de la población urbana, los
habitantes de las zonas rurales de Chile se encuentran sistemáticamente
rezagados en cuanto a niveles de ingresos y de educación. Su menor capital
económico y educacional redundan en menores estándares de vida y merman
ostensiblemente sus posibilidades de desarrollo. Las diferencias socioeconómicas
se acentúan para ciertos segmentos de este grupo poblacional, al constatarse un
mayor desempleo juvenil y femenino, una menor escolaridad masculina y una
pobreza mayor entre las mujeres. Este perfil del sector rural, que por cierto podría
ahondarse, ilustra el contexto sociocultural en que se desarrolla la vida de sus
habitantes. Las carencias materiales y limitaciones estructurales, que se reflejan en
su cotidianeidad, devienen en que la migración por trabajo o estudios constituya el
principal mecanismo o posibilidad de movilidad social. Sin embargo, la mayoría de
las personas permanece en zonas rurales, cerrándose de esta manera el círculo
de pobreza. Para quienes estén en propiedad de tierra cultivable, las formas de
subsistencia se reducen entonces a la labranza de las mismas para satisfacer el
consumo propio o comercializar los abarrotes para obtener ingresos adicionales.
Para los demás, las posibilidades de progreso esta determinada por el desarrollo
27
Instituto Nacional de la Juventud: La Eventualidad de la Inclusión: Jóvenes Chilenos a Comienzos del
Nuevo Siglo, Tercera Encuesta Nacional de Juventud, INJUV, Chile, Santiago, septiembre de 2000.
25
de los complejos agroindustriales que constituye su principal fuente de empleo,
aunque éste sea de naturaleza más temporal que constante a lo largo del año. Con
todo, el paulatino aumento en la densidad poblacional, se traduce en un proceso
creciente de urbanización de lo rural, tendencia que transforma la naturaleza rural
de la población, pero no reduce, necesariamente, las desigualdades
socioeconómicas frente al resto de la población.
En suma, las características socioeconómicas del sector rural constituyen
factores contextuales que inciden de manera importante en la cotidianeidad de sus
habitantes. Problemáticas de las que los sectores rurales no están exentos se
agudizan ante la presencia de una mayor desigualdad social. La violencia
intrafamiliar, el alcoholismo, la drogadicción o la prostitución pueden encontrar en
la pobreza rural un aliciente para su propagación o intensificación. El perfil
socioeconómico del sector rural permite comprender entonces el contexto en que
se desarrollan distintas problemáticas, entre ellas la del consumo abusivo de
drogas.
26
3. Planteamiento del Problema
Nuestro principal problema consiste en conocer qué factores de riesgo
referidos al ámbito familiar, escolar, grupal y sociocultural rural, se asocian al
consumo abusivo de drogas entre jóvenes escolares de sectores rurales.
Específicamente, nos centraremos en las fases de consumo experimental,
ocasional y habitual de drogas. Nuestro grupo de interés estará compuesto por
jóvenes adolescentes que cursan entre 8º año básico y 4º año medio en liceos
rurales de dependencia administrativa y económica municipal, ubicados en la
Región Metropolitana de Chile. La marginalidad, pobreza y educación en el mundo
rural constituyen por sí solos un tema frecuentemente analizado en las ciencias
sociales. Por otro lado, las redes institucionales de los organismos encargados de
controlar tanto la oferta como la demanda de drogas, no cubren todas las áreas
geográficas, lo que afecta especialmente a las zonas rurales del país. Además, las
investigaciones respecto del consumo de drogas realizadas por el CONACE se
han centrado en áreas urbanas, o al menos, no han atendido o diferenciado
mayormente la proveniencia rural o urbana de las personas consumidoras. A
causa de esta falta de información específica, nuestro problema consiste en saber
cómo se presenta el fenómeno del consumo de drogas en adolescentes que viven
y estudian en sectores rurales.
Respecto de este problema se deriva la primera interrogante que se refiere
a los factores de riesgo y se circunscribe a los tres estadios iniciales del consumo
de la primera fase, a saber, la experimentación o iniciación, el consumo ocasional
o esporádico y el consumo habitual, también conocido como la fase de mantención
del consumo. Esta pregunta se puede formular de la siguiente manera: Entre
jóvenes de sectores rurales, ¿qué factores de riesgo se asocian al consumo
27
experimental, ocasional y habitual de drogas, respectivamente? Esta pregunta
tiene como requisito distinguir primero qué factores de riesgo existen entre los
adolescentes en las esferas sociales en que se desenvuelven, tales como la
familia, el grupo de pares, el ambiente escolar y el entorno sociocultural rural. La
segunda pregunta, que se refiere a las instancias de socialización, expresa el
interés en identificar la jerarquía existente entre los factores de riesgo frente al
consumo de drogas al interior de cada microespacio social. Esta pregunta la
planteamos así: ¿Qué factores de riesgo frente al consumo de drogas prevalecen,
respectivamente, en el ámbito escolar, familiar, grupal y sociocultural entre jóvenes
escolares de sectores rurales? En resumen, el problema de investigación lo
enunciamos de la siguiente forma: ¿Qué factores de riesgo se asocian al consumo
de drogas entre escolares de sectores rurales? De ésta interrogante central se
derivan, necesariamente, las siguientes preguntas: ¿Qué factores de riesgo se
asocian, respectivamente, a la fase experimental, ocasional y habitual del
consumo? ¿Qué factores de riesgo prevalecen, respectivamente, al interior del
entorno escolar, familiar, grupal y sociocultural rural?
28
4. Objetivos del Estudio
4.1 Objetivos Teóricos del Estudio:
a. Utilizar el esquema de análisis de los factores protectores y de riesgo
para analizar el problema del consumo de drogas desde una perspectiva
global e integral, que permita identificar las situaciones de riesgo en una
determinada persona o población a partir de la presencia o ausencia de
dichos factores. Estos factores, de naturaleza psicológica y social, se
manifiestan en diferentes ambientes sociales interconectados (ambiente
familiar, grupo de pares, escuela, trabajo, contexto sociocultural, etc.) con
los que interactúa una persona con determinadas características y que
influencian su proceso de desarrollo e integración social. En cada esfera
se pueden detectar elementos o factores que pueden incidir en la
abstención, el inicio y la consolidación de la conducta de consumo de
drogas.
b. Conocer los factores de riesgo en una población escolar cuyo desarrollo
e integración social tiene lugar en un contexto geográfico rural. En otras
palabras, se busca analizar cuáles factores de riesgo prevalecen en el
contexto educativo rural.
c. Verificar qué factores de riesgo se asocian a una determinada conducta
de consumo, es decir, a las secuencias o fases de consumo experimental,
ocasional y habitual.
d. Establecer qué modalidad de consumo se asocia a un problema puntual
en el entorno escolar, grupal, familiar y sociocultural del consumidor. Los
problemas presentes en estos entornos que se asociarán a una modalidad
de consumo en particular, se refieren a los siguientes:
29
i.
Entorno Escolar: Problemas de integración escolar (rendimiento,
asistencia, conducta y disposición escolar) y ambiente escolar
(nivel de exigencia y disciplina del colegio, agresividad entre
compañeros, desorden en la sala de clases, presencia de
consumo y/o tráfico en el entorno escolar, actitud de los
profesores frente al uso de drogas).
ii.
Entorno Relativo al Grupo de Pares: Actitud de los amigos
frente a las drogas y su consumo.
iii.
Entorno Familiar: Compromiso de los padres en la educación de
sus hijos, afecto existente en las relaciones familiares, actitud de
los padres frente a las drogas y su consumo.
iv.
Entorno Sociocultural Rural: Valoración de las posibilidades de
desarrollo escolar percibidas, Valoración de las posibilidades de
desarrollo laboral percibidas, valoración de los proyectos
migratorios, sentimientos de frustración.
4.2 Objetivos Metodológicos del Estudio:
Elaborar, adaptar y probar un instrumento en escolares de liceos rurales de
la Región Metropolitana de Chile. La aplicación del cuestionario tiene como
objetivo obtener las declaraciones de consumo de drogas lícitas e ilícitas, conocer
las características de consumo e indagar respecto de los factores asociados a las
conductas de consumo. En el instrumento se proponen una serie de factores de
riesgos asociados al consumo de drogas y que tienen lugar en el ámbito escolar,
en la familia, al interior del grupo de amigos y aquellos referidos al contexto
30
sociocultural en que se desenvuelven los jóvenes. Este instrumento debe permitir,
al mismo tiempo, cierta comparación posterior con los datos que entregan los
estudios escolares que realiza periódicamente el CONACE que, como ya se dijo,
no incorpora la variable rural. Esto último, a modo de hacer factible conocer los
factores de riesgo que, asociados al consumo de drogas, prevalecen en el ámbito
escolar rural. Se espera obtener datos cuantitativos, que permitan efectuar los
análisis estadísticos de rutina entre las variables relativas al consumo y aquellas
que expresen los factores de riesgo en los cuatro entornos básicos de socialización
(familiar, escolar, grupo de pares y contexto sociocultural rural).
4.3 Objetivos Prácticos del Estudio:
Este estudio intenta proporcionar información acotada al entorno escolar
municipalizado rural, que permita conocer la situación de consumo de drogas en
estas áreas geográficas. Dado que el CONACE no incorpora la variable rural en
ninguno de sus estudios, los datos existentes no pemiten atender la especificidad
de la situación de consumo en un medio rural. Por ello, este estudio busca poner a
disposición una información nueva, relevante y acotada a este medio rural, para
orientar futuras investigaciones. Además, se busca ofrecer un producto que facilite
el diseño y la implementación de programas de intervención (de reducción de
daños o preventivos) en una población escolar rural en general o, específicamente,
en aquellos establecimientos en que fue aplicado el instrumento.
31
5. Relevancia Sociológica del Estudio
Siendo la sociología una disciplina que nace a partir de la fragmentación del
mundo social, buscando explicar diversos fenómenos que reflejan el rompimiento
del lazo social, es decir, aquel vínculo que une al individuo con la sociedad, éste
estudio se enmarca plenamente en esta disciplina, pues atiende un fenómeno que
da cuenta de la marg
inación social así como de algunas conductas "desviadas" de
la normativa social. En efecto, este estudio desplaza la mirada hacia el mundo
rural, en tanto mundo marginado económica y socialmente de las bondades y el
moderno confort urbano para analizar allí la situación de conductas problemáticas
como el consumo de drogas. En ese sentido, pensamos que el consumo de drogas
es una conducta que, como otras más, expresa la marginación social de la cual es
objeto el mundo rural. El esclarecimiento de esa relación hace nuestra
investigación especialmente relevante.
En ese sentido, cabe destacar, que el modelo de los factores de riesgo y
protectores no se refiere en forma "exclusiva" al tema del consumo de drogas. Se
aplica además a otras problemáticas sociales, como las prácticas sexuales y de
autocuidado en una población determinada. Al mismo tiempo, la utilización del
modelo de los factores protectores y de riesgo conduce en forma tangencial a otros
problemas sociales, tales como la cesantía, la exclusión social, la falta de
movilidad social, etc., que se desarrollan en un marco social más amplio. El hecho
que problemáticas como el consumo, que se presenta en un microespacio social,
son modulados al menos en parte por las características estructurales de exclusión
social, constituye una premisa entre los autores. Sin embargo, esta premisa no se
formaliza en un objetivo a corroborar en la presente investigación.
32
Resulta muy interesante conocer las relaciones entre el consumo de drogas
y las carencias y limitaciones estructurales del entorno rural. Sin embargo, en vez
de realizar un análisis de las condiciones estructurales que puedan incidir en el
consumo de drogas, se tiene por objetivo conocer la percepción que los propios
protagonistas tienen en relación al medio social rural en que viven. El registro de la
percepción construida por los escolares a partir de su desarrollo e interacción con
los espacios de socialización y su entorno social, permite comprender qué factores
micro y macro sociales inciden en el consumo de drogas.
Dicho en otras palabras, el análisis de la problemática del consumo de
drogas se efectuará desde una perspectiva microsociológica, es decir, al interior de
un grupo social determinado. Por esta razón, la investigación arrancará a partir del
análisis del consumo de drogas como una problemática derivada de la interacción
de los actores sociales con sus espacios de socialización primarios. Y más que
analizar la interacción existente entre el joven y su entorno, privilegiamos atender a
la percepción que tiene el joven protagonista respecto de sus espacios sociales.
De este modo, podremos identificar y jerarquizar los factores de riesgo o factores
propiciatorios para el consumo de drogas al interior de cada entorno social del
escolar (familiar, escolar, grupo de pares, contexto social rural), en virtud del grado
de asociación de los factores de riesgo con el consumo. He aquí la pertinencia
sociológica del modelo en cuestión.
Los factores sociales y psicológicos a que atiende el esquema de análisis de
los factores protectores y de riesgo, y en nuestro caso, aquellos observables en el
plano escolar, familiar y relativo al grupo de pares, son especialmente variables.
33
Los principales motivos de la variabilidad de los factores se relacionan con
la diversidad de sujetos en los que son registrados, especialmente, con las
diferencias en sus características psicosociales y las condiciones de su entorno
social. Esta situación da cuenta que el modelo "fomenta una visión sistémica del
problema"
28
. Efectivamente, los actores de los sistemas familiares, escolares y
grupales son necesariamente interdependientes e influenciables en su interacción
con el mundo social, lo que significa, que cada sector se ve afectado por el otro,
debiendo articular esfuerzo para soportar el impacto de las conductas ajenas. En
suma, la pertinencia de nuestro enfoque está dada por el análisis de diversos
factores psicosociales que inciden y afectan a las conductas de diversos actores
sociales en un contexto social determinado.
El estudio sociológico del consumo de drogas a través de este esquema
también se hace relevante por otros motivos que presentamos a continuación. Al
lograrse identificar los factores asociados a las diferentes conductas de consumo,
se hace factible señalar la probable ocurrencia futura de nuevas conductas de
consumo, toda vez que se presenten dichos factores. Buscar las regularidades
asociativas entre variables o entre una conducta de consumo y los factores de
riesgo, constituye un requisito primordial en las ciencias sociales para generar
información fiable que permita anticiparse a los hechos y facilitar la intervención
social.
28
Pontificia Universidad Católica de Chile: Prevenir es posible: Un desafío para una Educación de Calidad,
Santiago, 2002, p. 83 .
34
6. Antecedentes Teóricos
6.1 Consideraciones Sobre Juventud Rural
6.1.1 Concepciones Sobre Juventud
Antes de revisar los discursos sobre juventud y aún antes de aproximarnos
a la situación de la juventud rural, se hace necesario conocer las principales
conceptualizaciones existentes sobre juventud. Entre las actuales definiciones se
distinguen matices las que varían según la fuente elabora la conceptualización. Un
organismo internacional con autoridad en materia juvenil es el Fondo de las
Naciones Unidas para la Infancia, más conocido a través de sus siglas en ingles
(UNICEF). A partir de la Convención sobre los Derechos del Niño, este organismo
se refiere a la etapa juvenil o adolescente como aquel ciclo de la vida de los
hombres y mujeres comprendido entre los diez y los dieciocho años
29
. Alcanzar la
mayoría de edad constituye un hito importante en las sociedades contemporáneas,
pues a partir de ella se pierden los privilegios y protecciones especiales de los
menores, debiendo asumirse los derechos cívicos y las responsabilidades penales
de toda persona adulta. En un documento sobre adolescencia, este organismo
señala que ella es "
una de las fases de la vida más fascinante y quizás más
compleja, una época en que la gente joven asume nuevas responsabilidades y
experimenta una nueva sensación de independencia. Los jóvenes buscan su
identidad, aprenden a poner en práctica valores aprendidos en su primera infancia
y a desarrollar habilidades que les permitirán convertirse en adultos atentos y
responsables. Cuando los adolescentes reciben el apoyo y el aliento de los
29
Artículo 1º del Texto Oficial de la Convención sobre los Derechos del Niño, aprobado por la Asamblea
General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989. Esta convención se encuentra suscrita y
ratificada por Chile por Decreto Supremo 830 del Ministerio de Relaciones Exteriores, Diario Oficial del
27/09/1990.
35
adultos, se desarrollan de formas inimaginables, convirtiéndose en miembros
plenos de sus familias y comunidades y dispuestos a contribuir. Llenos de energía,
curiosidad y de un espíritu que no se extingue fácilmente, los jóvenes tienen en sus
manos la capacidad de cambiar los modelos de conducta sociales negativos y
romper con el ciclo de la violencia y la discriminación que se transmite de
generación en generación"
30
. En estas afirmaciones, el adolescente es visto como
una persona en sí sana, alegre y optimista, cualidades que se corroen y opacan
toda vez que el medio especialmente familiar en que se desenvuelve es negativo.
De todas formas, con la incorporación de nociones jurídicas, el umbral o límite de
lo juvenil queda establecido cuando la persona alcanza la mayoría de edad.
En otra fuente, nos referimos a la Organización Mundial de la Salud (OMS),
la referencia a los jóvenes arranca de una concepción ampliada y desprendida de
cortes legalistas. Este organismo comprende por juventud aquel grupo de
personas cuyas edades fluctúan entre los 15 y los 24 años. Señala que esta etapa
d
e la vida se caracteriza "por la paulatina madurez de los caracteres sexuales
secundarios, el desarrollo de una identidad adulta y por último, por la progresiva
independencia socioeconómica de los padres"
31
. La FAO (Food and Agriculture
Organization) ha of
recido otra definición que señala que la juventud es "el período
intermedio que empieza con la adquisición de la madurez física y que termina con
el logro de la madurez social, es decir, con el ejercicio de los derechos y deberes
sexuales, económicos, lega
les y sociales del adulto"
32
.
30
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia: Adolescencia; Una Etapa Fundamental, UNICEF, Nueva
York, 2002, pp. 4-5.
31
Facultad de Ciencias Sociales: Situación de la Salud Mental de los Jóvenes Urbanos de los ´90, Universidad
de Chile, Santiago, marzo de 1999, p.65.
32
Instituto Nacional de la Juventud: Juventud Rural: Regiones del Libertador, del Maule y del Bio-Bio,
MIDEPLAN, Santiago, 1998, p.39.
36
En esa línea, Enrique Gil y Elena Meléndez han definido la juventud como el
período de tiempo que transcurre desde que un individuo abandona la infancia, es
decir, con la pubertad, hasta su ingreso a la edad adulta. Este ingreso estaría
señalado por la cuádruple asunción de responsabilidades productivas (trabajo),
conyugal (pareja), domésticas (domicilio autónomo) y parentales (una prole
dependiente)
33
.
En Chile, el Instituto Nacional de la Juventud, en cambio, ha insistido en que
el período juvenil se ha extendido en un quinquenio (es decir, hasta los 29 años)
por diversos motivos. En algunos grupos, los motivos se refieren a la incapacidad
económica para independizarse de los padres, lo que prolonga las prácticas
juveniles en algunos años. En otros jóvenes, el motivo de la prórroga en la
asunción de las responsabilidades netamente adultas encuentra asidero en la
exigencia de adquirir más destrezas técnicas y profesionales. Se reconoce con
ello, que la obtención de un mayor nivel educacional habilita a los jóvenes a
acceder al mercado laboral con mejores posibilidades, convirtiéndose la educación
en el principal mecanismo de movilidad social. Finalmente, también se encuentran
jóvenes sumidos en prácticas más bien hedonistas que se reflejan en su negación
de incorporarse a los sectores productivos esperando prolongar el buen pasar o el
tiempo del ocio
34
. Las distintas razones de la mayor moratoria juvenil reflejan la
33
Gil Calvo, E.; Meléndez Vergara, E.: Ocio y Prácticas Culturales de los Jóvenes, Instituto de la Juventud,
Ministerio de Cultura, Madrid, España, 1985, p.17. Considerando las profundas diferencias culturales con los
países europeos como España, la referencia a bibliografía española que efectuamos en este punto sólo puede
tener un alcance limitado. La definición ofrecida por estos autores permite visualizar las características que
marcan el fin de la etapa juvenil y que son similares en nuestro país; en el resto de su obra se profundiza en
aspectos que difieren con la realidad nacional.
34
La literatura existente sobre prácticas hedonistas o de ocio entre la juventud puede agruparse principalmente
en dos corrientes: en una se caracterizan los jóvenes reparando en las nuevas y aumentadas prácticas de
consumo desarrolladas en desmedro de los valores tradicionales. Se busca describir las nuevas prácticas
cotidianas de los jóvenes y los sentidos atribuidos a ellas. En esta línea se inscriben sin duda los trabajos de
Enrique Gil y en Chile los de Mario Sandoval. En otra línea, que en ciertos casos recuerda al opúsculo de Paul
Lafargue (El derecho a la pereza), el análisis de lo juvenil se efectúa desde una perspectiva histórica y en
37
heterogeneidad de la realidad de los jóvenes en nuestro país y ratifican la
extensión de este período en cinco años para referirse a ellos. De todas formas,
las definiciones mencionadas comparten algunos aspectos, como el hecho que el
período juvenil se inicia por factores más bien biológicos y finaliza por factores más
bien sociales.
Cabe destacar, que nuestro propósito no consiste en elaborar una definición
taxativa acerca de lo juvenil. Recordemos, que la naturaleza dinámica de su
realidad sólo permite efectuar sucesivas aproximaciones que pueden iniciarse
desde distintas perspectivas. Además, una conceptualización no da cuenta de las
múltiples diferencias existentes entre ellos. Los jóvenes constituyen una fracción
de la población segmentada de acuerdo a criterios etáreos, pero en sí
particularmente heterogénea, por lo que cabe hablar de ellos en plural. Distintos
autores perfilan sus trabajos en esta dirección para atender la particularidad juvenil
y acoger el punto de vista juvenil en sus discursos. De este modo eluden hablar de
ellos como personas que adolecen de ciertas herramientas y capacidades. La
elocuencia de estos trabajos y los contrapuntos existentes en los discursos sobre
juventud, nos obligan detenernos brevemente en algunos estudios ilustrativos.
estrecha referencia al contexto económico y social en su conjunto. Con matices distintos, se inscriben en esta
línea autores como Gabriel Salazar, Pablo Cotett, Claudio Duarte, Alvaro Gainza, entre otros.
38
6.1.2 Discursos Sobre Juventud
Una perspectiva histórica sobre lo juvenil se elabora en el ensayo de Pablo
Cottet
35
, cuya crítica a las vertientes tradicionales es trabajada en proximidad a los
discursos juveniles. Este autor advierte, que los discursos acerca de los jóvenes
han variado en los últimos treinta
años. En los sesenta, "la imagen predominante
era la del joven universitario de la reforma", una persona comprometida,
consecuente y con una participación protagónica en los cambios y debates político-
sociales. Aunque excluidos del sistema económico y político instaurado por la
dictadura militar, los jóvenes populares habrían adquirido una participación
protagónica en las protestas nacionales de los ochenta. Su acción política
organizada desafió al régimen y su conciencia rebelde habría repercutido
posteriormente en la configuración del joven de los noventa. De éstos se hablaría
ahora como "acreedores de la deuda social" y como "jóvenes problemas
genéricos". El discurso de los noventa del "desafío para el crecimiento con
equidad" contendría una operación ide
ológica en la medida en que la integración
de los jóvenes que propone está demarcada "por el acceso al consumo (y) al
intercambio de bienes"
36
. Se habla entonces del joven que logra integrarse con
distinta suerte a nuestra sociedad. Los que no alcanzan a integrarse constituyen
aquellos grupos juveniles problemáticos a que deben dirigirse las políticas
públicas.
En otra perspectiva, analizando la participación juvenil en el proceso de
mutación cultural, Sandoval señala que entre los jóvenes de clase media y baja
sería significativa "la distancia que marcan con los sistemas que conforman la
35
Cottet, S., Pablo: Los Cambiantes Discursos Sobre la Juventud, Proposiciones Nº 24, Ed. Sur, Santiago,
agosto de 1994.
36
Op. cit., p. 309.
39
sociedad"
37
. En la investigación que corresponde a su tesis doctoral, el autor
repara en el hecho que los jóvenes levantarían una gran crítica al mundo
institucional, que describen como podrido, corrupto, materialista, regido por
relaciones de poder frente al cual no tienen posibilidad de participar e incidir. Se
diferenciarían del sistema social puesto que "articulan el lazo en función de
criterios de cercanía, proximidad física, afectividad, expresividad, sinceridad,
sencillez y apoliticidad, estableciendo relaciones plásticas, intensas, calurosas,
verdaderas, relaciones cara a cara, en pequeños grupos primarios que tienen
como expectativa central la visibilidad social"
38
. Este autor exhorta a comprender la
visibilidad que buscan los jóvenes como expresión de un malestar sociocultural,
por lo que no puede describirse su conducta como desviada o anómica. "¿Cómo
podríamos definirlos como anómicos cuando la estructura normativa del sistema
social está en cuestionamiento?"
39
. A juicio del autor, los jóvenes buscarían
alejarse del mundo institucional, a no responder a sus códigos. Buscando
expresarse, se reapropiarían de símbolos industrialmente producidos, re-
significando un ideario iconográfico mass-
mediatizado, viviendo como "satánicos",
"new age", "anarcos", etc. y apelando a símbolos disruptivos que manifiesten el
desacuerdo. De esta forma, se ampliaría el puente entre expresión y consumo.
Pero muchos de los jóvenes que se expresan no cuentan con empleos, se
encuentran subempleados o ejecutan trabajos sin calificación técnica por lo que
frecuentemente lo que expresan es descontento y lo que consumen es la exigua
oferta de la sociedad. Esta condición a que se encuentran arrojados muchos
37
Sandoval, Mario: Jóvenes del Siglo Xxi; Sujetos y Actores en una Sociedad en Cambio, Ediciones UCSH,
Santiago, octubre de 2002, p. 423.
38
Op. cit. p. 424.
39
Op. cit. p. 425.
40
jóvenes constituiría pues, tierra fértil para diversas expresiones de rebeldía social,
entre las que destacaría también el consumo de drogas.
En el mismo plano, pero con un tono más fustigante, otro autor se refiere a
lo juvenil como "las expresion
es sociales y (contra) culturales que el grupo social
juventud despliega (con toda su pluralidad) en la vivencia de la tensión"
40
entre las
posibilidades que el mundo adulto ofrece de integración social y sus propias
expectativas. Este autor, de inspiración foucaultiana, se sirve de una perspectiva
generacional para realzar los contrastes existentes entre jóvenes y adultos.
Observa, que esta diferencia se trasluce sistemáticamente en el liceo. La dinámica
escolar y la cotidianeidad en este espacio social, se organizaría bajo los
parámetros de adaptabilidad, docilidad, esfuerzo, disciplina y respeto emanados
del discurso del futuro de la patria. El adulto-docente, negación del joven-
estudiante, se presentaría ante él como responsable, con una identidad definida,
consolidado, etc., mientras que el mundo joven es visto como una masa amorfa,
por moldear, irresponsable, sin identidad, etc. En el discurso sobre el joven del cual
se distancia Duarte, el escolar adolece de las características del adulto, es un
ciudadano de segunda clase con derechos y deberes limitados. Con todo, Duarte
pone énfasis en desmontar y exhibir las relaciones de poder que expresan las
políticas y los programas gubernamentales dirigidas a jóvenes y escolares.
Como se observa, los exponentes más críticos frente a los discursos
tradicionales, buscan aproximarse a la particularidad juvenil desde perspectivas
históricas, socioeconómicas y educacionales. Dada la heterogeneidad existente
entre los jóvenes, en sus investigaciones los autores concuerdan en la necesidad
40
Duarte, Claudio: Mundos Jóvenes, Mundos Adultos. En: Dávila, Oscar (Ed.): Ultima Década, Ed. CIDPA,
Viña del Mar, 2002.
41
de hablar de la juventud en plural. Con influencias de la academia francesa
(Bourdieu y Foucault), ponen el acento en el contexto social del joven cuidándose
de construir un discurso que los clasifica bajo rótulos rígidos o exprese relaciones
de poder. Aunque atractivas de acoger a nuestra investigación, estas perspectivas
se desprenden de aproximaciones más bien cualitativas, de difícil
operacionalización y alejadas de nuestro propósito. La referencia realizada a estas
investigaciones sólo tenía por objeto dar cuenta de algunos contrapuntos
existentes entre las investigaciones sobre lo juvenil y, paralelamente, sensibilizar y
aproximar al lector al mundo juvenil.
Las aproximaciones al mundo juvenil reseñadas hasta aquí se refieren a los
jóvenes chilenos en forma general. Una descripción específica de la situación
económica y social del mundo juvenil rural, se desarrolla a lo largo del siguiente
capítulo.
6.1.3 Para una Aproximación a la Juventud Rural
Nuestra aproximación a los jóvenes rurales (y así la investigación en
general) quisiera enmarcarse en la sociología rural, sin embargo, los criterios que
la definen se encuentran en entredicho o en transición, por lo que resulta inviable
como arriesgado perfilar este estudio a ese campo de saber. La definición misma
del concepto de ruralidad por criterios ocupacionales o demográficos estaría
siendo superada por a.) el proceso creciente de urbanización de lo rural; b.) por
constituir la tierra y lo agrícola actualmente un eslabón secundario y dependiente
de un conjunto mayor; c.) por una fuerte tendencia hacia la imbricación de lo
urbano con lo rural; d.) por cuanto la sociología rural terminó por confundir lo rural
Details
- Seiten
- Erscheinungsform
- Originalausgabe
- Erscheinungsjahr
- 2004
- ISBN (eBook)
- 9783842808836
- DOI
- 10.3239/9783842808836
- Dateigröße
- 4.6 MB
- Sprache
- Spanisch
- Institution / Hochschule
- Universidad de Santiago de Chile – Sozialwissenschaft, Studiengang Soziologie
- Erscheinungsdatum
- 2011 (Januar)
- Note
- 1,3
- Schlagworte
- consumo drogenkonsum chile
- Produktsicherheit
- Diplom.de